


El pasado fin de semana decidimos saltar de País, así que cruzamos la frontera y nos fuimos a ver a Obama. Nuestra idea era, ver la cercana ciudad de Seattle, comprar algo de tabaco barato e intentar buscar un ordenata nuevo para Marina, ya que está roto. Y Como siempre de lo que quieres a lo que te encuentras…
Cogimos lo imprescindible para pasar dos días, unos pantalones, una camiseta, y el secador de pelo de Ángel (su fiel compañero de viajes). No podíamos haber elegido mejor fin de semana que ese, hacia un frio, de cojones. Y nosotros con nuestras camiseticas, miau, Ángel enchufa el secador donde sea que nos de calor.
La ciudad nos resulto bastante coqueta, bastante artística, muchos museos y esas cosas. Para el tiempo que teníamos la verdad era perfecta, porque es chiquitita, así que prácticamente la vimos entera.








El primer Starbucks del mundo, esa cafeteria que te cuesta 5 pavos un cafe solo. Aqui hay por todas partes....



Hasta la próxima.
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